
Introducción: La mirada es el espejo del alma y puede mostrarnos a veces de una manera con la que no nos reconocemos. Es habitual la mirada cansada de pacientes llenos de energía y que se sienten mucho más jóvenes de lo que dan a ver a los demás. La blefaroplastia es la cirugía que se encarga de rejuvenecer la mirada. Aunque hace referencia a los párpados, cada vez es una cirugía más global que suele acompañarse con el rejuvenecimiento de todo el tercio superior de la cara.
La blefaroplastia es una de las cirugías de menor riesgos y mayores beneficios. Hoy en día, se suele combinar con otras cirugías para rejuvenecer la totalidad del tercio superior de la cara y el resultado es espectacular. Es una de las cirugías con mayor índice de satisfacción por parte de los pacientes.
La blefaroplastia puede combinarse con el relleno de grasa facial (lipofilling) para dar volumen a toda la región periorbitaria como la cola de ceja, los pómulos o para disimular los surcos palpebrales. Además, de la propia grasa del paciente pueden extraerse células madre para el tratamiento de la piel y de las ojeras. En algunos casos, también puede realizarse una la elevación de la cola de la ceja de forma conjunta por una incisión mínima. La recuperación es rápida y prácticamente indolora, en definitiva, una de las cirugías faciales más agradecidas.
Procedimiento: La blefaroplastia puede ser superior, inferior o total. Es muy raro intervenir sólo los párpados superiores o los inferiores ya que el envejecimiento suele ir de la mano.
El párpado superior se interviene con una incisión en el pliegue superior del párpado que será totalmente imperceptible. Para los párpados inferiores existen dos técnicas, una incisión paralela el borde las pestañas o bien una incisión por dentro del párpado (transconjuntival). No existe una técnica mejor ni peor, sino una técnica mejor para cada persona. Ésta se decidirá en consulta de manera personalizada bajo la experiencia del cirujano.
Es habitual combinar la cirugía de los párpados con el relleno de grasa facial para recuperar los volúmenes perdidos o el uso de células madre para el tratamiento de la piel.
Información práctica: La blefaroplastia se realiza habitualmente bajo anestesia local de manera ambulatoria.
No es una cirugía dolorosa y tiene una recuperación muy rápida.
Durante las primeras 48 horas es importante el uso de frío local y dormir con la cabecera elevada (o usando dos almohadas) para reducir la inflamación de la zona y el uso de colirios antiinflamatorios. Los puntos suelen retirarse a la semana de la cirugía.
El resultado definitivo suele verse al mes de la intervención.
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