
Es muy frecuente que las pacientes sufran secuelas en el área vaginal tras los partos. A veces es necesario realizar una episiotomía en la parte posterior de la vagina para evitar desgarros y facilitar la salida del bebé que puede causar problemas más adelante.
La zona vaginal y perineal tiene varios músculos que pueden dañarse mediante las maniobras del parto y pueden causar problemas con las relaciones, dolor, molestias con el ejercicio, pérdidas de orina u otros síntomas.
La perineoplastia es la cirugía que repara toda esta musculatura del suelo pélvico para dejarla como estaba previamente a los partos. Puede asociarse con vaginoplastia cuando se requiere un cierto grado de estrechamiento del canal vaginal o con labioplastia para mejorar el aspecto estético de los labios menores y la vulva.

Se realiza de forma mínimamente invasiva bajo anestesia local y sedación y de forma ambulatoria. La recuperación es rápida, todos los puntos se reabsorben durante la primera semana. Hay que evitar esfuerzos intensos y relaciones durante 3 semanas y después ya puede hacerse vida completamente normal.